El agua potable es un elemento esencial para la vida. Mediante su consumo nos ayuda a estar sanos, regula el proceso de digestión, lleva los nutrientes a las células, elimina los residuos, mantiene riñones sanos y aporta hidratación para nuestra piel, ojos boca y nariz, además de regular la temperatura corporal. Al realizar los procesos de tratamiento se eliminan casi la totalidad de sustancias disueltas y microorganismos que suele contener el agua; es prácticamente la sustancia química pura H2O.