Las nanopartículas juegan un papel gigantesco en la vida moderna, incluso aun cuando la mayoría de los consumidores no son conscientes de su presencia. Proporcionan ingredientes esenciales en las lociones de protección solar, previenen el hongo del pie de atleta en los calcetines y combaten los microbios en los vendajes. Realzan los colores de los dulces populares y mantienen el azúcar en polvo de las donas en polvo, incluso se utilizan en medicamentos avanzados que se dirigen a tipos específicos de células en tratamientos contra el cáncer.