La protección al consumidor, en términos amplios, se refiere a las medidas legales, regulatorias y de política pública destinadas a garantizar que los consumidores tengan acceso a productos y servicios seguros, justos y de alta calidad, y que estén protegidos de prácticas comerciales engañosas o fraudulentas. Estas medidas incluyen la implementación de regulaciones y estándares de seguridad en la producción y comercialización de bienes y servicios, la promoción de la educación y la información para los consumidores, la creación de mecanismos de denuncia y solución de conflictos, y la imposición de sanciones y multas a las empresas que violan las leyes de protección al consumidor.